La Trompeta Iglesia de Tiquipaya, Bolivia, celebra medio siglo de vida y crecimiento
En febrero de 2025, la Iglesia de Dios en Tiquipaya, pueblo cercano a Cochabamba, Bolivia, celebró 50 años de existencia en su junta anual, con la concurrencia de dos mil adoradores.
La historia de la congregación comienza con Alfredo Pardo, transportista
que padecía de dolores de columna. Acudiendo a médicos y naturistas buscando sanarse, no hallaba mejoría. Finalmente acudió a la Clínica Libertador, operada por la familia de Homer y Elvira Firestone, donde encontró la sanidad para el cuerpo y también conoció a Jesucristo como Señor.
Su amistad con Alfredo Pardo llevó a los Firestone trasladarse a Tiquipaya, viviendo en una casa rodante los primeros seis meses mientras construían su nueva casa. Estableciendose en el barrio de Montecillo, enseñaban la Palabra de Dios en medio de bosques de eucaliptos y hacían las primeras campanas evangelísticas. En el transcurso de 1976, la naciente congregación construyó de adobes una casa de oración.
Hay muchos testimonies de persecución hacia los cristianos en aquel entonces, entre otras travesías y obstáculos que atravesaron los obreros. La congregación en Tiquipaya recibía a visitantes provenientes de diversas regiones de Bolivia quienes fueron perseguidos en sus lugares de origen a causa del evangelio.
Ante esta difícil situación, Alfredo Pardo gestionó una orden de la policía para la detención de dos autores de las persecuciones, permitiendo a las familias vivir con mayor tranquilidad. Para 1994, la membresía había crecido hasta 80 miembros, los cuales ayudaban en sembrar nuevas congregaciones en varios departamentos del territorios nacional.
Tomás López y Homer Firestone predicando en una junta (campaña evangelística) en el campo.
Actualmente, la Iglesia de Dios en Tiquipaya cuenta con 315 miembros adultos, 65 jóvenes y 130 niños. Como es la norma en las iglesias de Dios bolivianas, un cuerpo de siete diáconos realiza la obra pastoral y administrativa. En el caso de Tiquipaya, cuentan con el apoyo de cuatro ancianos: Tomas Lopez Aguilar, Juan Bonny Ibañez Mamani, Juan Orlando Trujillo Sejas y Justiniano Escobar Calani.
